En este último artículo dedicado a la Seguridad Utilizable, os voy a mostrar sistemas alternativos a los tradicionales por contraseña, de los cuales ya he hablado en post anteriores (Password o Verificación en dos pasos). Probablemente sea la variedad que estamos más habituados a ver en todo tipo de películas y series de TV. Se trata de los sistemas Biométricos.
Los Sistemas de Autentificación Biométricos son aquellos en los que se usa características físicas del usuario o de su comportamiento.
Si hacemos referencia a las características físicas, estas pueden ser su cara, el iris de los ojos o sus huellas dactilares: Son rasgos únicos e intransferibles de cada persona.
Si hablamos de los rasgos relativos al comportamiento de la persona pueden ser por ejemplo el habla, su firma o incluso su forma de andar.
Estos sistemas que tal y como nos mostraba el cine se utilizaban para acceder a sistemas super-seguros o a edificios de máxima seguridad, hoy en día los tenemos disponibles en la palma de la mano, literalmente, en nuestros dispositivos móviles.
La inclusión de este tipo de sistemas en smartphones, nos dan a entender que los fabricantes apuestan por los sistemas biométricos, ya que además de seguros, afectan de manera positiva al uso, por parte del usuario, de los sistemas de seguridad.
Las ventajas de un sistema biométrico son evidentes:
- Una identificación segura y única del individuo.
- El «código» de identificación es intransferible. Solamente la persona autorizada es identificada como tal.
- El código biométrico ni se puede perder ni se puede olvidar, pues la persona autorizada siempre lo lleva consigo.
Seguramente muchos de vosotros en vuestros smartphones tendréis desactivado la opción de verificación de usuario por PIN, contraseña o por patrón. Con el problema de intimidad que ello conlleva: acceso a fotos personales, notas, correos, …
Los sistemas biométricos hacen esa tarea menos tediosa, ya no tendréis que recordar esa maldita contraseña que tanto cuesta teclear, o ese patrón que se queda marcado cada vez que lo dibujáis (y que no es difícil de recordar para quien lo ve tan solo una vez).
El primer método analizado en este post, es la verificación por detección de huella dactilar (Touch ID en Apple(figura 1) y Finger Scanner en Android). Fácil, sencillo y rápido de usar. Siendo el aspecto más destacable que si dejas de usarlo en un largo periodo de tiempo será fácil recordar como se usa, al contrario que las contraseñas o patrones, que son difíciles de recordar pasado un tiempo. Tambien a tener en cuenta es que la tasa de error a la hora de identificar el usuario es baja lo que junto a la rapidez de detección hace de este tipo de identificación la preferida por los usuarios.
Otro tipo de sistema ya incluido en dispositivos móviles es el reconocimiento facial. Este sistema toma un escaneo o foto de la cara del usuario e identifica puntos específicos que todos tenemos en la cara(forma de ojos, punta de la nariz, bordes de la boca,…), siendo el conjunto de todos, único para cada individuo.
Este sistema tiene como desventaja que la comparación con los puntos clave para la autentificación puede tomar algo más de tiempo que el sistema de reconocimiento de huella dactilar. Pero sus ventajas son comunes: Facilidad de aprendizaje y de memorabilidad (facilidad de recordar su uso pasado un largo tiempo).
El reconocimiento de voz también puede ser utilizado como sistema de autentificación biométrico. El patrón de voz de cada individuo es también único. El tono de voz, la profundidad de la misma o el timbre, son factores de los que no se puede tener un control consciente. Como podéis ver ninguna de estas características tienen que ver con la pronunciación.
La forma de verificación será mediante un software que te hará repetir una secuencia de números aleatorios en los que pone a prueba las características anteriormente mencionadas y así autorizar, o no, el acceso.
Si analizamos la facilidad de uso de este último sistema, no es el sistema más rápido que podemos encontrar, ya que necesita tiempo para repetir la frase propuesta por el sistema, lo que no lo hace el sistema preferido por los usuarios. Y si medimos el nivel de eficiencia, comprobamos que es un método en el que la probabilidad de fallo a causa de que el sistema no detecte bien la frase a repetir, es de un nivel medio, ya que dependerá del ruido ambiental, y de lo bien que el micrófono capte adecuadamente la repetición. Pero a pesar de eso su ventaja sigue siendo la facilidad de aprendizaje y la memorabilidad de su funcionamiento aunque pase mucho tiempo entre cada uso.
En conclusión, hoy en día tenemos un amplio catalogo de alternativas fáciles, rápidas y sencillas de usar, que harán casi imposible el no llevar nuestro dispositivo protegido ante miradas indiscretas.
Un saludo.
J. Fabello.